El FMI advierte a Uzbekistán sobre riesgos inflacionarios y recomienda prudencia presupuestaria

Expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado al gobierno de Uzbekistán reducir el gasto público, pese a las previsiones favorables sobre el incremento de los ingresos presupuestarios del país, impulsado por el dinamismo de la actividad económica y la subida de los precios internacionales del oro. Así se indica en el informe elaborado por la misión de la organización financiera tras su visita a Taskent durante la segunda mitad de noviembre.

Según los analistas, las autoridades de la república centroasiática pretenden mantener el déficit del presupuesto consolidado en torno al 3% en 2026. Los ingresos extraordinarios obtenidos este año, fundamentalmente por la exportación de oro no monetario, cuyos precios están al alza, han abierto la puerta a un aumento del gasto. Sin embargo, como recalca el FMI, de cara al futuro resulta fundamental restringir este tipo de iniciativas para contener la presión inflacionaria, evitar una apreciación indeseada del tipo de cambio real de la moneda nacional y reducir el riesgo de desequilibrios abruptos si cae el valor de los metales preciosos en los mercados mundiales.

Los técnicos del FMI también aconsejan a Uzbekistán incrementar la proporción de los ingresos fiscales dentro de la estructura del Producto Interno Bruto (PIB). Para ello, instan a emprender reformas que incluyan limitar la adopción de nuevas exenciones fiscales y mejorar la eficacia de las inspecciones realizadas por los organismos tributarios.

Se recomendó al Banco Central del país mantener una política monetaria restrictiva hasta que la inflación muestre una trayectoria claramente descendente hacia la meta fijada, así como seguir implementando medidas destinadas a aumentar la flexibilidad cambiaria. Además, se considera necesario continuar el proceso de privatización y reestructuración de empresas estatales, fortalecer la competencia y mejorar el clima de negocios.

En general, la economía de Uzbekistán muestra indicadores sólidos. Por ejemplo, el crecimiento del PIB real entre enero y septiembre de este año fue del 7,6% en términos interanuales. A pesar del repunte de la demanda, la inflación se moderó al 7,8%.

“El déficit de la cuenta corriente disminuyó de manera significativa en la primera mitad del año, apoyado por los elevados precios del oro, el repunte de las exportaciones no vinculadas al metal y un notable volumen de remesas”, recoge el informe del FMI.

Los analistas del Fondo prevén que la coyuntura continuará siendo favorable. Según sus estimaciones, la tasa de crecimiento del PIB real de Uzbekistán superará el 7% al cierre de 2025 y se mantendrá cerca del 6% en 2026, impulsada por el avance del consumo y el incremento de las inversiones. Paralelamente, la inflación solo alcanzará el objetivo del Banco Central del 5% hacia finales de 2027.

No obstante, persisten riesgos, principalmente asociados a un gasto presupuestario excesivo derivado de expectativas de mayores ingresos y a la ampliación de programas de crédito dirigido y preferencial. Por otro lado, los riesgos externos para el pronóstico se fundamentan en la incertidumbre sobre la evolución de la economía mundial, los acontecimientos geopolíticos y la volatilidad de los precios de las materias primas, según concluye el FMI.