En Kirguistán fueron arrestados el hijo y varios partidarios del expresidente Almazbek Atambáev en el marco de un caso relacionado con la supuesta preparación de disturbios masivos tras las elecciones parlamentarias al Jogorku Kenesh (parlamento), previstas para el 30 de noviembre, según informa Kaktus.media.
Entre los implicados figuran Kadyrbek Atambáev (hijo del expresidente y líder del partido “Socialdemócratas”), el político Temirlan Sultanbekov, el exdiputado Shailoobek Atazov, el miembro del partido “Socialdemócratas” Ermek Ermatov, el exguardaespaldas de Almazbek Atambáev Damir Musakeev, el exdiputado Kubanychbek Kadyrov y el empresario Urmat Baryktabasov (Askarbekov). El comunicado de prensa del Ministerio del Interior (MVD) también menciona las iniciales de otros tres hombres cuyas identidades no se han revelado oficialmente.
Según el MVD, se desactivó la actividad de un grupo destructivo integrado por políticos, exdiputados, exfuncionarios públicos y empleados de agencias de seguridad, que habrían estado reclutando partidarios, incluidos representantes de grupos delictivos organizados y comunidades deportivas, con el objetivo de participar en eventuales provocaciones y enfrentamientos violentos.
“Los detenidos planeaban una serie de protestas en todo el país después de que se anunciaran los resultados electorales, comenzando en el sur y posteriormente en Bishkek y otras regiones, para aparentar un descontento social masivo”, indicó el MVD. “Dentro de sus planes estaban los llamados anticonstitucionales y posibles intentos de ocupar edificios administrativos, canales de televisión, instituciones de las fuerzas de seguridad, depósitos de armas y centros penitenciarios”.
Las agencias de seguridad afirman que los supuestos conspiradores establecieron una jerarquía clara y distribuyeron roles: los llamados grupos de coordinación debían presentar demandas políticas, mientras las estructuras criminales brindarían apoyo violento a estas acciones. Algunos participantes “distribuyeron anticipadamente los futuros cargos entre ellos”.
Durante los registros, a los detenidos se les incautaron armas, municiones, granadas, equipos de comunicación, documentación sobre la presunta financiación de actividades de protesta y planes de acción, así como sustancias narcóticas y dinero en efectivo por un total de 150.000 dólares.
Se imputó a los detenidos según la parte 1 del artículo 278 (“Organización de disturbios masivos acompañados de violencia, saqueos, incendios, destrucción de bienes, uso de armas de fuego, explosivos o dispositivos explosivos, o resistencia armada a representantes de la autoridad”) del Código Penal de Kirguistán. Todos ellos fueron trasladados a un centro de detención temporal.
El 23 de noviembre, por decisión del Tribunal del Distrito Pervomaisky de Bishkek, Atambáev, Sultanbekov, Ermatov y Baryktabasov fueron enviados a prisión preventiva (SIZO) hasta el 17 de enero de 2026.
El hijo del expresidente publicó desde el SIZO dos cartas denunciando presiones por parte de las agencias de seguridad, obstáculos para acceder a su defensa legal y calificando los cargos como infundados. Según sus declaraciones, la acusación contra él fue reclasificada de «llamamientos a disturbios masivos» a «intento de derrocamiento violento del gobierno». Atambáev negó haber llamado a disturbios masivos y aseguró que solo hacía campaña en favor de un candidato de la oposición, vinculando su persecución penal con una denuncia presentada ante la Fiscalía General sobre las actividades de una granja minera de criptomonedas y diversas publicaciones en redes sociales sobre el aumento de precios y la situación socioeconómica.
La serie de detenciones y registros el 22 de noviembre también alcanzó a otros opositores, miembros de sus familias y figuras mediáticas. En particular, el exdirector general de la cadena de televisión “Aprel”, Dmitry Lozhnikov, denunció un registro en su domicilio; el equipo del opositor Adakhan Madumarov reportó la incautación de equipos y pertenencias por parte de las agencias de seguridad. También fue interrogada la exprimera dama Raisa Atambáeva, cuyo apartamento fue objeto de un registro. Tras los interrogatorios, estas personas fueron puestas en libertad.