El Departamento de Estado de EE. UU. ha excluido a Turkmenistán de la lista de países que fomentan cualquier forma de «trata de personas», en particular el trabajo forzado. El informe actualizado sobre este tema se ha publicado en el sitio web del organismo estadounidense.
El documento explica que en Estados Unidos se reconocen dos formas principales de trata de personas: la trata con fines de explotación sexual y el trabajo forzado.
Los analistas investigan la situación en varios países y los clasifican en varias categorías. Por ejemplo, existe una lista de países cuyos gobiernos cumplen con los estándares de lucha contra la trata de personas; otra, donde las autoridades están haciendo esfuerzos para erradicar estos fenómenos negativos, entre otros.
Por separado, el Departamento de Estado compila una lista de países donde se practican políticas o modelos de trabajo forzado en la agricultura o silvicultura, esclavitud sexual en campos o reclutamiento de niños como soldados.
En el informe del año pasado, Turkmenistán figuraba en esta categoría. Ahora ha sido trasladado a la lista de países que requieren vigilancia especial. Cabe destacar que se ha incluido a otro país de Asia Central en el registro correspondiente: Kirguistán. El resto de las repúblicas postsoviéticas de la región se encuentran en el nivel dos. Es decir, no cumplen plenamente con las normas contra la «trata de personas», pero las autoridades están haciendo esfuerzos para mejorar la situación.
Vale la pena señalar que la cantidad de países en la lista de los «peores» según los funcionarios estadounidenses se mantiene en 13. Sin embargo, se registró un cambio: Turkmenistán fue reemplazado por Camboya. Afganistán, Bielorrusia, China, Corea del Norte, Irán, Rusia, Eritrea, Sudán, Sudán del Sur, Cuba, Myanmar y Siria, esta última indicada con la nota «régimen de Bashar al-Assad», mostraron «estabilidad».
Como ejemplo, se proporciona información sobre cómo las fuerzas de seguridad chinas en Xinjiang oprimen de diversas maneras a los uigures, kazajos, kirguises y otros miembros de minorías étnicas y religiosas. Se les obliga a trabajar, se les coloca en campos especiales, entre otras acciones.
En el informe de 2025, se menciona por separado a Uzbekistán como un país que ha endurecido la responsabilidad de los funcionarios públicos por complicidad en la trata de personas. Los redactores del informe recordaron que en 2022, en la república, se condenó a prisión al director de un orfanato y a dos funcionarios, declarados culpables de explotación sexual de las niñas residentes en la institución. Aunque los criminales recibieron un castigo más leve que el previsto por el Código Penal, añadieron los analistas del Departamento de Estado de EE. UU.



