El Tribunal del distrito Pervomaiski de Biskek dictó sentencia en el caso penal contra ex empleados del medio Kloop: dos operadores y dos contables. Todos ellos estaban acusados de actividades dirigidas a “provocar descontento y organizar disturbios masivos”.
Según informó Kloop, los operadores de edición Aleksandr Aleksándrov y Zhoomart Duulatov recibieron cinco años de prisión en régimen ordinario. A las contables N.O. y K.E. se les impuso tres años de libertad condicional.
La Fiscalía había solicitado ocho años de cárcel para los operadores y seis para las contables.
De acuerdo con la oficina de prensa del tribunal, los cuatro fueron declarados culpables en virtud del artículo 40 (“Ejecutor del delito”) y el apartado 3 del artículo 278 del Código Penal de Kirguistán (“Llamamientos a la desobediencia activa a las demandas legales de representantes de la autoridad y a disturbios masivos, así como llamamientos a la violencia contra ciudadanos”).
En el escrito de acusación se señalaba que la base del proceso fueron los vídeos del periodista de investigación opositor Bolot Temírov, quien en otoño de 2022 fue deportado de Kirguistán con una prohibición de entrada de cinco años. La investigación alegaba que los ex empleados de Kloop participaron en la preparación y difusión de esos materiales. El documento sostenía que los vídeos “tienen un carácter destructivo”, contienen “información falsa y críticas infundadas a las autoridades” y supuestamente incitan a disturbios masivos.
No obstante, expertos independientes no hallaron llamamientos directos a disturbios en los materiales, y solo mencionaron como elemento cuestionable el eslogan del canal de Temírov —“La libertad no se concede, la libertad se conquista”—, que no guarda relación con Kloop.
Los acusados no reconocieron su culpabilidad. En el juicio denunciaron presiones por parte de la investigación y rechazaron las confesiones que habían firmado en ausencia de abogados.
Aleksándrov afirmó que el expediente contenía testimonios suyos en los que supuestamente reconocía haberse encargado de grabar y editar los vídeos mencionados en el caso.
“Pero yo no hice eso. Me ofrecieron arresto domiciliario a cambio de esas declaraciones... Tuve que calumniarme”, dijo ante el tribunal.
“Al principio me declaré culpable, lo admito, estaba muy asustado. Era mi primera vez en un centro de detención preventiva. Los investigadores me propusieron que reconociera mi culpa y luego me dejarían en arresto domiciliario, con prohibición de salir del país. [Confesé] por miedo a quedarme entre rejas”, relató Duulatov.
Las contables acusadas aseguraron que no participaron en la preparación de investigaciones periodísticas. Subrayaron que no conocen a Bolot Temírov, presentador de Temirov Live, no han visto sus trabajos y no tienen relación alguna con la publicación de materiales en Kloop ni en Temirov Live, algo que no forma parte de sus funciones como contables.
ℹ️ Los ex empleados de Kloop fueron detenidos el 28 de mayo. Dos días después se celebró la vista de medidas cautelares, en la que Aleksándrov y Duulatov fueron enviados a prisión preventiva por dos meses. Además de ellos, fueron arrestadas otras personas, la mayoría ex o actuales trabajadores de Kloop. Poco después quedaron en libertad sin cargos, pero con obligación de no divulgar información.
En los domicilios de periodistas actuales y antiguos y de otros empleados de Kloop se realizaron registros. Unas diez personas fueron interrogadas en el Comité Estatal de Seguridad Nacional (GKNB), tras lo cual fueron puestas en libertad.
Tras las primeras detenciones, el jefe de prensa de la Administración presidencial de Kirguistán, Dayyrbek Orunbekov, declaró que los detenidos eran financiados por Bolot Temírov. El propio Temírov desmintió de inmediato esas palabras, calificándolas de “mentira” e “intento de justificar las detenciones”.
El GKNB señaló que, a pesar de la liquidación del fondo público Kloop Media, los miembros de la estructura seguían activos. La investigación sostuvo que la labor de los periodistas estaba orientada a “provocar el descontento ciudadano con el objetivo de manipular la opinión pública y organizar disturbios masivos”.
En julio, un tribunal bloqueó las cuentas de cuatro empleados de Kloop.
La redacción del medio lleva varios años bajo presión de las autoridades. En otoño de 2023, su sitio web fue bloqueado, y en febrero de 2024 un tribunal ordenó la liquidación de la personalidad jurídica del proyecto: el fondo público Kloop Media.



