El primer incinerador de residuos médicos de Uzbekistán abre en Taskent

Foto: gazeta.uz

En Taskent, cerca del edificio del Hospital Municipal n.º 16, se ha puesto en marcha una planta de la compañía estadounidense Sayar que genera energía térmica mediante la incineración de residuos médicos. Según informa Gazeta.uz, se trata de la primera instalación de este tipo en Uzbekistán.

El principal especialista de la Agencia para la Gestión de Residuos y el Desarrollo de la Economía Circular del país, Djamshid Khasanov, explicó que en Uzbekistán se producen anualmente 90.000 toneladas de desechos vinculados a la actividad de los centros médicos. En la actualidad, la mayor parte de esos residuos se transporta a vertederos especiales.

De acuerdo con el experto, la planta de la capital recibe desechos de dos hospitales públicos y de clínicas privadas de la ciudad. El incinerador puede procesar hasta seis toneladas de residuos al día, aunque por ahora funciona a la mitad de su capacidad. La energía térmica generada en el proceso de eliminación se suministra a los hospitales municipales n.º 16 y n.º 17.

El operador de la planta, Nikolái Kundiy, explicó que los residuos se almacenan inicialmente en una cámara frigorífica independiente. Según detalló, allí se procesan jeringas, mascarillas, ampollas de vidrio y otros materiales. Como el horno alcanza temperaturas de hasta 1.150 grados, todos los desechos quedan incinerados. Solo permanece alrededor de un 3% de ceniza, que se embala en contenedores y se retira. En la planta trabajan 15 personas.

En 2024, el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev, firmó un decreto que introdujo nuevos procedimientos y mecanismos basados en el principio de “cero residuos”. Según Khasanov, en ese marco se consideraron propuestas de inversores de China, Corea del Sur y Finlandia, pero finalmente se eligió a la compañía estadounidense Sayar, ya que su sistema de filtración e incineración fue considerado el más seguro. Todo el equipamiento de la planta fue importado desde Estados Unidos, añadió el funcionario.

El proyecto lanzado en Taskent se divide en dos etapas. En la primera, que concluirá a finales de este año, se prevé construir instalaciones de incineración que cubran clínicas de la capital, así como de las regiones de Samarcanda y Bujará. Para ello se atraerán 7 millones de dólares en inversión extranjera directa. En esas zonas se generan anualmente 6.000 toneladas de residuos, que podrán transformarse en 20 GWh de energía térmica.

En una segunda fase, entre 2026 y 2030, con inversiones adicionales por 108 millones de dólares, se levantarán plantas similares en todo el país. Con la incineración de 90.000 toneladas de residuos médicos al año, se podrá producir hasta 300 GWh de energía.

Khasanov precisó que actualmente se están construyendo incineradores en la capital, uno en la clínica de la Academia Médica de Taskent y otro en el Instituto Médico Pediátrico de Taskent, ubicado en la región homónima.