Mirziyóyev: “Durante 27 años el cultivo del algodón en Uzbekistán estuvo privado de ciencia y sentido”

Shavkat Mirziyoyev en un encuentro con agricultores en Sir Daria. Foto del servicio de prensa de la presidencia de Uzbekistán

Durante 27 años, el cultivo del algodón en Uzbekistán se llevó a cabo sin un enfoque científico, lo que provocó el sufrimiento de la población en los campos. Así lo declaró el presidente del país, Shavkat Mirziyóyev, en un encuentro con agricultores de la provincia de Sir Daria el 4 de diciembre, informa Gazeta.uz citando un reportaje del canal de televisión “Uzbekistán 24”.

“Resulta que nuestra vida transcurrió en vano con el algodón. Sufrimos durante 27 años. Todos vimos esta plaga algodonera en los campos, pero no había resultados. <…> No había ciencia, no había experiencia; sin conocimiento solo gritábamos ‘hurra, hurra’. Echábamos a todos a los campos, no dábamos ni dinero ni maquinaria, no respetábamos a los científicos. E incluso 25 quintales [por hectárea] no podíamos recolectar en toda la provincia de Sir Daria. <…> Lo más importante es que, antes, el algodón que cultivábamos ni siquiera cubría nuestros gastos”, señaló Mirziyóyev.

Como contraste, el presidente citó los actuales indicadores de productividad. Mencionó a un agricultor de Jizzaj que recolectó 85 quintales por hectárea. En el encuentro en Sir Daria, un agricultor local informó haber obtenido 76 quintales de algodón de la variedad “87”, calificando el resultado de milagro. Según afirmó, la gente ha mostrado un enorme interés en el trabajo, ya que ha empezado a obtener ingresos reales de su labor. Mirziyóyev se preguntó qué ingresos podría obtener Uzbekistán si los algodoneros recolectaran 50 quintales por hectárea.

El presidente subrayó que el país ahora avanza por el camino correcto, aunque es necesario perfeccionar el trabajo. Para 2026, Uzbekistán se ha fijado el objetivo de recolectar 4,5 millones de toneladas de algodón en bruto. A modo de comparación, en 2025 el país recolectó 3,765 millones de toneladas.

Para aumentar la eficiencia en el sector algodonero, se ha propuesto implementar un sistema de tutoría, asignando a agricultores experimentados —con un rendimiento superior a 60 quintales— a colegas rezagados. Los tutores recibirán formación y certificados, y si sus tutelados alcanzan indicadores de 50 quintales por hectárea, obtendrán una bonificación de 5 millones de sum (417 dólares).

ℹ️ La recolección forzosa de algodón en Uzbekistán se practicó durante décadas, tanto en tiempos del poder soviético como tras la independencia del país, durante la presidencia de Islam Karímov (1991-2016). Cada año se trasladaba masivamente a empleados de organizaciones públicas y privadas, así como a estudiantes y escolares, a los campos de algodón.

A mediados de la década de 2000, la coalición internacional Cotton Campaign lanzó la iniciativa Uzbek Cotton Pledge, a la que se unieron alrededor de 300 marcas de ropa. Estas se comprometieron a no utilizar algodón uzbeko mientras no se erradicara el trabajo forzoso en su recolección.

La situación cambió con la llegada al poder de Shavkat Mirziyóyev, quien bajo Karímov ocupó el cargo de primer ministro durante 13 años (2003-2016). Las autoridades dejaron de trasladar masivamente a la población para la recolección y de involucrar a escolares. El papel del cultivo del algodón disminuyó, aunque siguió siendo importante. En marzo de 2022, Cotton Campaign levantó el boicot al algodón uzbeko. Ese mismo otoño, Estados Unidos excluyó esta materia prima de la lista de productos fabricados con participación de niños y trabajo forzado.

Las autoridades actuales de Uzbekistán aspiran a obtener ingresos no de la venta de algodón en bruto, como en el pasado, sino de la exportación de productos manufacturados con valor añadido. Si en 2017 solo se procesaba el 40 % de la fibra de algodón en el país, hoy este indicador alcanza el 100 %. Es más, Uzbekistán ahora importará algodón, por ejemplo, de Estados Unidos.