A finales de noviembre de 2025, en el Campeonato Mundial de Kárate celebrado en El Cairo (Egipto), la deportista uzbeka Gulshan Alimardonova se convirtió en la primera mujer karateka en la historia del país en ganar una medalla de oro en un mundial. Con 19 años, Alimardonova derrotó a sus rivales en la categoría de hasta 50 kg y consolidó la posición de Uzbekistán como una nueva potencia mundial en el kárate femenino.
La victoria de Gulshan Alimardonova en el Campeonato Mundial WKF 2025 en El Cairo (27–30 de noviembre) marca un punto de inflexión en el desarrollo de los deportes de combate en la república. Hasta ahora, Uzbekistán solo contaba con un campeón mundial de kárate: el atleta masculino Dastonbek Otabolaev (2021). Ahora se suma Gulshan Alimardonova, quien se convierte en embajadora del deporte femenino uzbeko en la escena internacional.
En la final de la categoría de hasta 50 kg (kumite), Alimardonova se enfrentó a la karateka malasia Shahmalarani Chandran. La deportista uzbeka dominó el combate y logró una victoria contundente por 6:1, demostrando un alto nivel técnico y gran experiencia competitiva.
Gulshan Alimardonova nació el 19 de enero de 2006 y se especializa en kumite, el combate deportivo sobre el tatami.
El camino hacia el título mundial fue largo. En junio de 2024, en los Juegos BRICS, Alimardonova obtuvo la medalla de plata tras perder en la final ante la china Yu Ze. Luego, en septiembre de 2024, ganó el Campeonato de Asia de Kárate al derrotar a Hsiao Yun-Chen, de Taiwán. En mayo de 2025, Gulshan confirmó su liderazgo en la región asiática al volver a obtener el primer puesto en el Campeonato de Asia, venciendo a la misma Shahmalarani Chandran.
Apenas dos semanas antes de su triunfo en El Cairo, en noviembre de 2025, Alimardonova ganó la medalla de plata en los Juegos de la Solidaridad Islámica en Riad (16–21 de noviembre), tras perder en la final ante la iraní Sara Bahmanyar por 4:6. Es probable que aquella derrota se convirtiera en un estímulo para buscar la revancha y obtener finalmente la victoria en la principal competición del año en El Cairo.
A pesar de su juventud, Gulshan Alimardonova ya demuestra una maestría estable en torneos internacionales. En dos años ha ganado tres medallas en prestigiosos campeonatos continentales y ha demostrado su competitividad a escala mundial.
La victoria de la karateka uzbeka refleja la creciente inversión del país en el desarrollo del deporte femenino y en la formación de jóvenes talentos en las artes marciales.
Tras los éxitos en judo, boxeo y lucha libre, el kárate se convierte en una nueva disciplina en la que Uzbekistán aspira a ocupar un lugar de liderazgo en la escena global.
El logro de Gulshan Alimardonova abre nuevas perspectivas para el kárate femenino uzbeko. Los próximos grandes eventos serán los torneos de clasificación para los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles, donde el kárate sigue siendo deporte olímpico. La juventud de la campeona permite esperar una serie de nuevas victorias y la defensa del título en futuros campeonatos mundiales y competiciones internacionales.
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